Las luces solares son una solución económica y ecológica para la iluminación exterior. Utilizan una batería interna recargable, por lo que no requieren cableado y pueden colocarse prácticamente en cualquier lugar. Las luces solares utilizan una pequeña célula solar para cargar la batería de forma continua durante el día. Esta batería alimenta la unidad al ponerse el sol.
Baterías de níquel-cadmio
La mayoría de las luces solares utilizan baterías recargables de níquel-cadmio tamaño AA, que deben reemplazarse cada uno o dos años. Las baterías de níquel-cadmio son ideales para aplicaciones de iluminación solar en exteriores gracias a su robustez, alta densidad energética y larga vida útil.
Sin embargo, muchos consumidores preocupados por el medio ambiente prefieren no utilizar estas baterías, porque el cadmio es un metal pesado tóxico y muy regulado.
Baterías de níquel-hidruro metálico
Las baterías de níquel-hidruro metálico son similares a las de níquel-cadmio, pero ofrecen un mayor voltaje y una vida útil de tres a ocho años. Además, son más seguras para el medio ambiente.
Sin embargo, las baterías de NiMH pueden deteriorarse al cargarse lentamente, lo que las hace inadecuadas para algunas lámparas solares. Si va a usar baterías de NiMH, asegúrese de que su lámpara solar esté diseñada para cargarlas.


Baterías de iones de litio
Las baterías de iones de litio son cada vez más populares, especialmente para la energía solar y otras aplicaciones ecológicas. Su densidad energética es aproximadamente el doble que la de las baterías de níquel-cadmio, requieren poco mantenimiento y son más seguras para el medio ambiente.
Como desventaja, su vida útil suele ser menor que la de las baterías de NiCad y NiMH, y son sensibles a temperaturas extremas. Sin embargo, es probable que la investigación en curso sobre este tipo de batería relativamente nuevo reduzca o resuelva estos problemas.
Hora de publicación: 22 de febrero de 2022